Vista Verde, mi barrio, está bajo el agua. Mi casa está bajo el agua. El agua, ese monstruo indomable se está llevando nuestras vidas de a poquito. ¿Cuánto subió? 15 cm ¿Baja? No. ¡Parece que sube! Si ¿Baja? No. Dicen que el pico ya pasó ¿Baja? No. Dicen que rompieron la ruta para desagotar por allá ¿Baja? No. El diario dice que que esta noche baja ¿Baja? No ¿Baja? NO ¡¿BAJA?! ¡¡¡¡¡¡NOOOOOO!!!!!! Y la vida de uno está ahí, donde NO baja. Se perdió todo. Y cuando digo todo, es todo. Y no se trata solo de la heladera, el lavarropas, la cocina, las mesas, las sillas, el modular, las mesas de luz, las puertas, la instalación eléctrica...... (como si todo eso fuera poco) Se trata de mis libros, de cosas que escribí en papelitos porque vaya a saber en qué lugar tuve que escaparle al silencio. De los manuscritos originales, primer intento de cada uno de mis poemas, de las fotos de cuando era niña, adolescente, con la promo de 5°, con los amigos de la infancia, de cuando mi hija era chiquita, de cuando iba a la escuela con las trenzas como Laura Ingals, del álbum de los 15, de ella y mío, de cuando nos casamos con René, cuando en este país "salió el divorcio", los cientos de dibujitos, cartitas, pedacitos de su alma que me regalan los chicos cuando les cuento cuentos y.... y... y... La vida. Se la lleva el agua, de a poquito, como un monstruo insaciable. Siempre digo que la tristeza es un gusanito que te va comiendo por dentro, calladito, nadandote en las venas. Hoy sé que el agua es un monstruo, que te come la vida así, de puro hambre nomás. Hoy sé lo que es "irse con lo puesto" No voy a echarle la culpa a nadie. No quiero. Estoy cansada de escuchar cómo unos se echan la culpa con los otros porque "yo no fui", "porque nosotros". Soy una mujer grande, lo suficientemente madura como para buscar culpables. Pero sé que el agua (¿Baja? No) se está llevando mi vida, la de toda una vida de sacrificio y trabajo. La de toda una vida de recuerdos y nostalgias y añoranzas y sonrisas, y lágrimas. La que construí a fuerza de trabajo y pasión, sin nunca joder a nadie, sin nunca robarle nada a nadie, pelándome la frente, las rodillas y las manos, estas mismas manos que hoy tengo llagadas de tanto torcer toallas viejas para intentar resistirle al agua que ahora, mientras escribo porque necesito gritarle al silencio, se está llevando mi vida, de a poquito. Como si nada. Y solo en Vista Verde somos trescientas familias. No le echo la culpa a nadie, pero NECESITO GRITAAAAAAAAAAAAAAAAAR!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Publicada en su facebook.
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