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Jul

2015

EconomÃa | Maquinaria agrÃcola. En 2014, la fÃ¡brica de Las Varillas cancelÃ³ el crÃ©dito de NaciÃ³n Leasing y construye nuevos modelos y potencias.

TRAS SALDAR SU MAYOR PASIVO, EN 13 AÑOS PAUNY FABRICÓ 13 MIL TRACTORES

Plegadoras de control numérico, plantas de corte con láser, centros de mecanizado valuados en millones dólares. Sin ruido y con alta precisión, estas máquinas de última generación alternan en la secuencia de montaje de los tractores amarillos.

La llegada de nuevas herramientas es una de las cartas de Pauny para responder a las exigencias de calidad en el exigente mercado de la maquinaria agrícola, hoy impactado por los vaivenes de la “macro” y de los precios internacionales.

“El año pasado terminamos de pagar la hipoteca (operación con Nación Leasing a 10 años de plazo). Se recompró la fundición (una de las unidades afectadas como garantía) y venimos realizando inversiones importantes; las máquinas y los procesos exigen renovación. Hicimos una línea móvil de montaje para armar distintos modelos; trasladamos la fabricación de transmisiones”, enumeró Raúl Giai Levra, presidente de la empresa. Esta semana recibió a un equipo de La Voz del Campojunto al vicepresidente, José María López, y a Fernando Coiset, concesionario en el norte de Córdoba e intendente de Las Varillas en 2002 cuando se inició el proceso de recuperación de la fábrica.

Posicionamiento

Transcurridos más de 13 años del salvataje tras la quiebra de la ex Zanello, Pauny lleva producidos más de 13 mil tractores. En los últimos cuatro años ese número los ubicó a la cabeza en ventas dentro del mercado nacional.

En la reciente edición de la muestra Agroactiva, una encuesta elevó los índices de identificación de la marca. “Hace cinco años, Pauny todavía era una mezcla de cosas; hoy se identifica perfectamente con lo que es un tractor. Y la marca también es importante para el valor de reventa”, subrayaron Giai Levra y López.

Durante la visita, se les requirió un análisis de la coyuntura y el panorama de las ventas en el mercado local y la exportación. “La canasta venía bien hasta el año pasado; éramos un importante proveedor de Venezuela pero, por problemas políticos allá se vio disminuida bastante la importación. Hoy tenemos el 90 por ciento de la producción volcada al mercado interno. Hasta el mes pasado, veníamos igual y un poco mejor que el anterior; estimamos que vamos a estar este año un 15-20 por ciento menos en ventas. El problema está de ahora para adelante, julio a diciembre. En agosto, el productor que necesita un nuevo tractor deberá tomar una decisión y estamos esperanzados porque la necesidad de equiparse está”, analizó López, quien también destacó las diferentes opciones de financiamiento. “El año pasado el crédito del Nación estaba al 6,5 por ciento anual en pesos. Ahora la tasa está en el 13 por ciento, pero debemos sumar que la industria nacional tiene un bono fiscal que se traslada al precio final con un beneficio de 12-14 por ciento a favor del comprador”, mencionó.

Nuevos productos

El portafolio de Pauny se concentra hoy en tractores y maquinaria vial. La nueva línea de articulados de alta potencia Serie Novo –en versiones de 200 a 305 CV– se presenta con mayor confort en el habitáculo y cabina para favorecer la ergonomía del tractorista.

En prueba de campo se encuentra la línea de 100 HP, que entrará en producción a partir de septiembre para completar la oferta de baja potencia (entre 80 y 100 caballos de fuerza).

En la línea vial, explicó Giai Levra, se construyó una pala cargadora para uso agrícola en dos versiones, especialmente preparada para abastecer a mixers verticales, dado que puede volcar a una altura de 3,5 metros, una necesidad de los tambos. El motor es nacional, fabricado en Jesús María, hidráulica Venturi y cinemática de Pauny.

También resulta útil para el movimiento en corralones, municipios y cualquier operatoria que demanda el sistema de balde cargador.

En función de esa pala, también Pauny proyecta presentar en un par de meses un producto para realizar trabajos en zona de monte y planteos ganaderos; se incorpora un rolo de un metro y medio y cajón sembrador de pasturas. “Se trata de aplicar el rolo a un articulado chico, de modo de sortear los árboles de mayor porte. El tema está conversado con el Inta, con muchas posibilidades de inserción porque se impone la necesidad de producir más carne sin afectar al monte nativo”, señaló Giai Levra.

“Decisión política”

Como referentes que estuvieron en los peores momentos y en las gestiones a nivel provincial y nacional, a partir de 2002, para sacar a la fábrica adelante y posicionarla en los actuales niveles, Giai Levra, López y Coiset, recordaron algunos capítulos de esa historia.

La Provincia (durante la gestión De la Sota-Schiaretti, a través del Banco de Córdoba) y la Nación, mediante una decisión presidencial de Néstor Kirchner jugaron “una gran ayuda política” para apuntalar el proceso, definió Giai Levra.

Kirchner, al teléfono

El presidente de Pauny recuerda un llamado del expresidente, en 2005: “Che, negro, lo que me pediste el otro día en San Francisco, estoy a punto de firmártelo”; aludía a un decreto que habilitaría a la industria varillense como planta automotriz, una llave que los directivos de Pauny barajaban para lograr financiamiento de largo plazo.

En otro llamado, el Presidente anunciaba: “Te quería comunicar que, aparte del decreto automotriz, te llevo la solución financiera que me están pidiendo”. A la noche, en la página de Presidencia, los directivos de Pauny vieron que se disponía de un crédito equivalente a unos 10 millones de dólares (unos 25 millones de pesos) que sería aplicado al pago de las cuotas de la quiebra adquirida en una puja con el grupo Taselli.

La sociedad conformada en partes iguales por exdirectivos de Zanello, la cooperativa de trabajadores y la red de concesionarios (incluida una pequeña participación accionaria de la Municipalidad de Las Varillas) alcanzó en ese momento un logro que califican de “histórico”.

La compleja operación financiera (“una decisión política”, según Giai Levra) habilitó a Pauny para concretar un sale and leaseback (venta con arrendamiento posterior), un caso poco usual en el país, que significó vender a Nación Leasing la fundición como activo en garantía para acceder al financiamiento. “Ese día, cuando vino el presidente Kirchner y la mayoría de sus ministros con estos anuncios declaramos asueto en el pueblo”, recordó Coiset.

Fuente: LA VOZ DEL INTERIOR