Se trata de Elso Morales, un jubilado de 82 años a quien se le secuestraron productos químicos. El procedimiento tuvo directa relación con la muerte de 19 canes. La sorpresa fue el hallazgo de una pistola, un fusil, una carabina, un revólver y dos escopetas

La Policía de Carrilobo dio ayer un paso fundamental para tratar de esclarecer la matanza de casi una veintena de perros ocurrida en aquella localidad, luego de allanar el domicilio de un veterinario jubilado y secuestrar distintos productos químicos altamente tóxicos y media docena de armas de fuego.

El sospechoso fue identificado como Elso Angel Morales (82) y en su casa los efectivos encontraron 10 envases plásticos y de vidrio, de entre 250 centímetros cúbicos y medio litro cada uno, que contenían líquidos fosforados, todos de uso veterinario, que se presume habrían sido utilizados para envenenar los 19 perros hallados muertos la semana pasada.

El procedimiento se concretó durante las primeras horas de la tarde, apenas pasadas las 15, en una vivienda ubicada en Sarmiento 251, en el sector norte del pequeño poblado del Departamento Río Segundo, a 80 kilómetros de Villa María.

Luego de una minuciosa investigación y con orden judicial expedida por el fiscal de Instrucción del Tercer Turno, René Bosio, el oficial inspector José María Gerónimo, encargado del Destacamento y licenciado en Seguridad, junto a personal subalterno, allanó el inmueble e incautó productos químicos de marcas tales como Cumafos, Mercaptotion, Clorofacinona (un poderoso raticida) y Equicten, entre otros, que aún suministrados en pequeñas dosis pueden causar la muerte de animales e incluso seres humanos por la alta toxicidad de los mismos.

Si bien los uniformados fueron básicamente en busca de esos productos, la sorpresa fue mayúscula cuando encontraron seis armas de fuego (ninguna registrada) que estaban en poder de Morales. Se trata de una pistola 9 milímetros marca Browning, un fusil Mauser; una carabina y un revólver, ambos calibre 22, y dos escopetas calibre 16: una de dos caños y la otra de uno.

No fue detenido

En principio, por disposición judicial, el veterinario no fue detenido ya que, además de ser un hombre de edad avanzada, tiene a su esposa enferma y está a su cuidado.

Sin embargo, no se descarta que en las próximas horas el fiscal Bosio disponga, al menos, una consigna policial preventiva frente a la vivienda de Morales.

También hoy el funcionario judicial resolverá las imputaciones que le atribuirá al octogenario y resolverá su situación procesal. Asimismo, la Justicia todavía debe verificar si efectivamente fue el jubilado veterinario quien envenenó a los perros que aparecieron muertos en los últimos días de enero en diferentes sectores de Carrilobo, lo que generó angustia y temor en muchos de sus habitantes.

Tenencia de armas

En principio, Morales será acusado como presunto autor de “tenencia ilegal de armas de fuego”, un delito legislado por el artículo 189 bis del Código Penal de la Nación que es reprimido con prisión de seis meses a dos años, mientras que la tenencia ilegítima de armas consideradas “de guerra” tiene una pena más severa, que va de los dos a los seis años de prisión.

De todos modos, ambos ilícitos son excarcelables.