Cuando ya en la madrugada del sábado regresaban en un colectivo interurbano a Villa María, el chofer los hizo bajar en el cruce de las rutas 2 y 4, supuestamente por los disturbios que provocaba Barrios en el colectivo.

Varios testimonios dan cuenta de que Tamara no estaba en buen estado y por eso, dos chicas decidieron ayudar y la acompañaron -siempre con Barrios- hasta el Cuartel de Bomberos de Villa Nueva.

Allí, el personal de guardia solicitó ayuda para que la asistieran profesionales de la salud, pero imprevistamente, ella y su “hermanastro” abandonaron el lugar.

Después de eso, no se supo nada más de Tamara. Èl llegó varias horas más tarde a su casa en el barrio Industrial. Su comportamiento, según pudo conocer este medio, fue muy violento, dado que agredió a su madre y hermana.

La familia llamó a la Policía y pidió una orden de restricción para que al menos, cuando estuviera bajo los efectos de estupefacientes, no se acercara al hogar. Trascendió que le pidieron a los agentes que lo resguardaran para que estuviera en algún lugar donde pudiera tratarse las adicciones. Ya había estado internado, pero no había funcionado. La familia lo quería de vuelta, pero sano.

Mientras tanto, Barrios se refugió en el barrio Los Olmos, desde donde siguió haciendo publicaciones en su muro de Facebook hasta quedar detenido.

En ninguna se refleja arrepentimiento ni angustia por la desaparición de la joven que había estado con él. Incluso, llegó a escribir improperios contra Romina, una de las hermanas biológicas de Tamara, que difundía los mensajes de búsqueda de paradero: “aver (SIC) si me dejan de joder manga De otarios yyla conchud de Su hna … Tu hna Flor de pu…. y ahora resulta que yo tengo la culpa qe ande perdida vayanse ala mierdda”, escribió.

Hoy deberá responder ante la Justicia por el crimen de la mujer con la que se había criado compartiendo la vida como hermanos, dado que la madre de él y el padre de ella, habían formado una pareja.

Fuente: El Diario de Villa María