No es la primera bicicleta que roban, lamentablemente esa costumbre de dejar la bici sin candado, que tanto caracterizaba a nuestra ciudad ha desaparecido. En este caso, la historia nos habla de un chico que dejó su bici en la casa de un familiar y que cuando salió a buscarla no la encontró. Se la habían robado. Este chico trabajó mucho para comprar su bici, era su ilusión. No solo le robaron la bici, nos están robando de a poco la tranquilidad y el orgullo de vivir en una ciudad en donde no tenemos que cuidarnos de quien está cerca, pasando frente de nuestra casa. Nos roban la fraternidad. Pedimos como gesto a todos los que puedan, ayudar a encontrarla, y a vos que la llevaste, un gesto, en especil en esta semana.
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